Blogia
peripeciasdehospital

sensación humana y recurrente

Estaba acostada esta mañana y pensaba todo el tiempo en las enfermedades y las fustraciones, recordé cuando sufrí el desprendimiento de retina, siempre supe que su origen estaba en mi infelicidad que fue canalizada hacía la parte más débil de mi cuerpo, y estoy tan segura de ello porque cuando yo cursaba mis estudios de Auxiliar de enfermería nos daba clases un médico sobre anatomía y patología, nociones muy básicas, y recuerdo perfectamente el día que nos habló del desprendimiento de retina, sus palabras fuerón:
- "Es lo mismo que si cierras una persiana, solo que es para siempre."
En ese momento me entró un escalofrio por todo el cuerpo y núnca pude olvidar esa frase.
Años más tarde, estaba yo en mi cocina y algo no iba bien, y yo recordé las palabras del médico, así que acudí al oftalmologo, quien me dijo que tenía un desprendimiento de retina periferico, en sus comienzos, tuve suerte pude operarme y todo salío bien. Aunque sigue siendo debilidad.
Todo esto sucedio cuando mi hija Tara tenía ocho meses. Y mi fustración en ese momento venía de ahí, me había casado con un hombre a quien no amaba, tenía una hija que no deseaba, y acababa de darme cuenta de mi error, pero no lo asumí y enfermé.
Hoy mi hija cumple trece años, y yo me siento la peor madre del mundo, porque no la pude querer y ella lleva el estigma de las fustraciones de sus padres con ella. Nosotros la enseñamos a ser como es, y ahora no nos gusta.
Ayer estuvo provocandonos, todo el día, lo hace con sus estudios, sus últimos examenes suspensos, los profesores envian notas de su falta de atención en clase, y lo peor de todo es su falta de respeto. Ayer su padre le pidío que le diera una cuchara, y ella se negó tres veces, le dijo que no le daba la gana, así que su padre la pegó, y yo me sentí aún peor, porque soy consciente de que ella es así por mi culpa, y por más que intentó hablar con ella, explicarle todo esto, y demostrarle que ahora si la quiero, me parece que son intentos fallidos.
"Cada uno es como es, y con el tiempo, mejora o empeora,....pero no cambia"
Esta mañana leía algo que tiene mucho que ver con lo que yo siento ahora, fuí al blog de Spica a leer su articulo sobre "pianoman" y leí su post "Sacudida",y eso fué lo que sentí yo en ese momento, una sacudida intensa y dolorosa que me llevó a recordar el momento antes de enfermar, y a partir de ahí comienzo a llorar y vengo aquí a escribir porque no se me ocurre nada más.
No puedo dejar de pensar en esa sensación humana y recurrente que marca mi vida pero que no me hace sonreir, sino que me entristece enormemente.

5 comentarios

Rafael -

Llevo un mes visitando una sensación humana y recurrente. Espero que solo sea que no te apetece escribir.
Un saludo

Su -

Yo sólo entraba a saludarte Nora, un beso :-)

Rafael -

Hola Nora.
En donde yo escribo, dejé un texto titulado EXCUSATIO NON PETITA, ACCUSATIO MANIFESTA. Es para todo el mundo, pero está dirigido a alguien que, me pareció por un comentario que leí en Imagínate, se ha sentido mal por algunas de mis palabras.
Espero que te sirva de algo.
Un saludo.

salva -

Hace mucho tiempo leí en alguno de los libros de A. Watts que el pasado no puede condicionarnos puesto que ya es pasado, creo que utilizaba la metáfora de la estela que deja un barco. La estela no es la que dirije el barco, eso es el pasado que se queda atrás. No sé si puede servirte.

Rafael -

Hola Nora.
No puedo pretender entenderte, no puedo pretender saber como te sientes, no puedo pretender escribirte algo que no me salga del corazón después de leer tu texto.
Así que te escribo esto:
A mi (y supongo que a todo el mundo) también me sucede a veces que no puedo parar de pensar. Pero eso significa para mi exactamente eso, que no puedo parar, es decir sigo pensando, no me paro. Si me paro en todas las cosas que me gustaría cambiar sería un tartamudo del pensamiento, me atascaría siempre y no quiero. Te doy mi voluntad para que tu no te detengas y sigas pensando. En todas las cosas, en las cosas buenas también. Se que a veces parece imposible no tartamudear, se que a veces no son los baches los que aparecen, sino murallas y paredes enteras, redondas, inacabables. Pero hay que buscar una puerta por donde entrar. Existe, solo hay que encontrarla y una vez abierta tratar de mejorar hasta cambiar. Quizás intentárlo sea el camino para conseguirlo o para creérselo.
Tu eres enfermera, tu curas, tu ayudas, tu sonries y acaricias a otros ¿No lo vas a hacer contigo misma?
Acariciate, Nora, notarás como sientes tu calor.
Yo te mando una alegría.