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peripeciasdehospital

Mi Paranoia

Es viernes, el último día que trabajo con Mr River, y aunque al principio creí encajar bien los cambios, pues no es cierto, me cuesta dejar de lado este trabajo porque me gustaba todo lo que hacía allí. Incluso hasta Felina, mi compañera que tanto me criticó e intento fastidiarme, me dijo que quizás le había parecido un poco prepotente pero que no era nada personal contra mí, sino contra el jefe y la dirección. Fue halagador saber que te vas de un sitio y no dejas enemigos, incluso me propuso hacer una ruta el próximo domingo juntas, jamás lo hubiera imaginado.
Y así durante toda la mañana me invadio la tristeza, poco a poco se fue apoderando de mí, y mis pensamientos eran turbadores. Le tenía delante de mí, le escuchaba, le observaba y pensaba en todos los momentos vividos allí, en mi tristeza, en como le iba echar de menos, en todo lo aprendido......así hasta que la Doctora que lo acompañaba y estaba al otro lado de la mesa me mira fijamente, sin quitarme el ojo, y con cara de extrañeza. Yo seguí en mi mundo, sumida en una pena y tristeza, y de nuevo lo mismo, en vez de mirar a la paciente, ella me miraba a mí, entonces Mr River me preguntó cuantos pacientes quedaban,
-Ninguno- dije yo
Y me dijo que podía marcharme, que ya recogerían.
Me fuí porque mi tristeza era tanta que tenía ganas de salir de allí.
Pero mi paranoia comienza despues de beber ayer unas cervezas, durante la noche no podía dormir, y mi cabeza daba vueltas a todo. Hasta que me dí cuenta porque me miraba la Doctora, creo que hablaba en voz alta mis pensamientos, alguna vez me sucede, sobre todo si voy conduciendo sola, y en casa cuando estoy enfrascada en mis tareas, Tara me dice que llevo un rato hablando, yo núnca me doy cuenta, hablo bajito pero hablo, y creo que eso fué lo que sucedio el viernes. La cara de ambos era de susto y no es para menos.
Lo que no acierto imaginar es lo que dije, pero de cualquier manera era turbador, eso es seguro.

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